Sunday, October 24, 2010
bajo la rueda.
Pasadas las primeras sorpresas y los primeros temores y después de que hubieron trabado conocimientos los unos con los otros, comenzó el palpitar y la búsqueda incesante. Se formaron y se disolvieron grupos y las simpatías y antipatías de los primeros días se esfumaron o se hicieron más solidas. Todos se trataron, se hablaron, se juntaron o se distanciaron, impelidos por la fuerza de su naciente personalidad. Las almas adolescentes rompieron su crisálida y echaron a volar como libres mariposas. Las pasiones se desataron, los caracteres se fueron dibujando, fuertes y poderosos y cundieron las intranscriptibles escenas de afecto y celos, las amistades insolubles y las arriscadas enemistades. Y lo que parecía eterno se diluyó en la volubilidad sin malicia de la adolescencia.